Lurín: Intereses de concreto

Mientras los peruanos nos encontrábamos distraídos por la crisis sanitaria, económica y política, en la Municipalidad de Lima se cocinaba un cambio de zonificación en nuestro último Valle. Este permitiría construir edificios de hasta 25 pisos, sin sustento técnico, ni participación vecinal, pero con mucha hambre de los facilitadores inmobiliarios que operan dentro del municipio.

Junto con la ciudadanía tuvimos diversas mesas de trabajo en las que analizamos la situación. Uno de los argumentos de aquellos que estaban a favor era de que necesitaban cambiar la zonificación para poder instalar infraestructura sanitaria para que las casas puedan tener acceso a agua, sin embargo, nos reunimos con Sedapal y nos confirmaron que este argumento era falso.

A pesar de que los ministerios de Vivienda, Ambiente y Cultura, el Colegio de Arquitectos, el Cenepred y organizaciones civiles se oponían con argumentos técnicos al Reajuste Integral de Zonificación, con el voto a favor de 22 regidores de Lima se aprobó el cambio de zonificación, pisoteando toda recomendación técnica y poniendo la política por delante.

Sin embargo, esto no duraría mucho. El trabajo en conjunto con regidores como Jessica Huamán y Carlo Ángeles, y la ciudadanía, fueron clave para lograr hacer la presión suficiente para que tan solo días después se presente una reconsideración de la votación y esta se apruebe, dejando sin efecto lo aprobado. El alcalde de Lima, Jorge Muñoz, se comprometió a analizar bien la propuesta y a trabajar en conjunto con las entidades especialistas y vecinos para tomar la decisión correcta.

Las intenciones de perjudicar nuestro valle aún están presentes, por lo que depende de nosotros actuar ni bien intenten dar un paso adelante.