Decidimos dividir la semana de representación del mes de febrero en 2 y fuimos a Ayacucho a levantar denuncias que ciudadanos nos habían hecho llegar.

Fuimos al Hospital de Emergencias Covid-19 en la que encontramos una gran brecha de médicos especialistas, nos reunimos con el sindicato de trabajadores de la DIRESA en la que nos comentaron que habían 3 proyectos de ley en la Comisión de Salud del Congreso que estaban estancados, visitamos el nuevo Hospital Mariscal Llerena en el que nos sorprendió la existencia de un caso de corrupción muy preocupante en su construcción, lo que provocó graves daños en la infraestructura de un hospital que tenía poco tiempo de inaugurado, caso el cual ya se encuentra judicializado, conversamos con las madres del programa del vaso de leche, representantes de 121 mujeres y madres líderes bien organizadas, pero que tenían una serie de problemas con la entrega de canastas, el Sisfoh y la falta de presupuesto, y pudimos congregarnos con organizaciones juveniles, feministas, de artesanos y de artistas, que nos comentaron sus iniciativas y propuestas para llevar al Congreso.

Nos llevamos mucha tarea a Lima, pero quedamos con la promesa de en una próxima oportunidad regresar, sea en el cargo que sea. Es una región con mucho potencial que cuenta con personas con mucha capacidad de organización y liderazgo.